Mi viejo estuvo presente en los 3 partos de mi mamá… cosa insólita e inusual hace casi 50 años. Eso los hace “diferentes” a mis padres… ahora lo sé.
Yo nací a las 32 semanas de gestación. Podálica. Mi papá me sostuvo entre sus manos; mejor dicho; sostuvo mi cuerpo nacido, mientras llevaban a mi mamá a toda carrera hasta la Sala de Partos. Y mi cabeza demoró todavía 45 minutos en salir (podálico con encaje de cabeza) Pesé 1.200 gr.
Cuando me parece que no es verdad lo que me cuentan, abro el “Carnet de Puericultura” –que es lo que le entregaban a las madres en esa época- y lo vuelvo a mirar (está en el cajoncito de la mesa de luz de mi viejo, junto con el de mis hermanos) es verdad !!
Me pusieron en “carpa de oxígeno” sobre una cama de adulto, al lado de mi mamá recién parida (no existían todavía las incubadoras) Mi viejo cuenta que mi respiración mejoraba si él apoyaba sus manos en mi cuerpo… y también cuenta que mi primer caca y mi primer pis, los hice en la palma de su mano.
Ahora sé que él me rescató de la soledad y el abandono de la carpa de oxígeno con ese gesto continuado día y noche (algo que no todos los que estuvieron; más tarde, en incubadoras, tuvieron la suerte de vivir) Las enfermeras y médicos lo “dejaban hacer” porque… total… yo me iba a morir…
Como era de esperar, mi mamá no pudo amamantarme, además por esa época, estaba de moda la S 26. A los 3 meses de vida, pesaba 2200 kg (imagináte lo que era! sólo aumenté 1 kg. en 3 meses!!! ...gracias S26--> te lo agradezco tantíssssimo... puajjj).
Una y otra vez les decían a mis padres que era poco probable que sobreviviera, hasta que se hartaron de los pronósticos agoreros y se rajaron a Córdoba, a la casa de mis abuelos y tías paternos. Allí fui amamantada por una de mis tías, además de agregar mamaderas de leche de cabra a mi dieta… y cuentan que yo pasaba de los brazos de mi mamá, a los de mis tías, a los de mi abuela paterna, a los de mis primos mayores, incluso a los de mi abuelo…. "de tan chiquita que eras, todo el mundo te hacía upa” ….ja, ja!! Ahora también sé qué significó eso para mi vida…
Cuando me trajeron de vuelta, el Pediatra no lo podía creer… decía que me habían “inflado” El mismo Pediatra (amadísimo Dr. TENEMBAUM) me contaba mi historia, cuando yo ya era lo suficientemente mayor, como para conservar el recuerdo de su relato.
Y aquí estoy… sobreviví !!!
Con toda esa historia a mi espalda
-y mucho más-
fui construyendo mi propia vida….
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